Jugadores, técnicos y la directiva, entregan la ofrenda del club en el Día de Cataluña. En el año 1998, se estableció el eslogan más conocido de las fiestas, «Y después del verano, Carthagineses y Romanos». En campo visitante los blancos consiguieron sacar en Liga un empate a cinco, y una victoria por 3-0 en la capital, mientras que en la edición de Copa una victoria por 3-1 de los catalanes desataría las primeras rencillas entre ambos conjuntos.