Ya en el segundo tiempo, concretamente en el minuto 67, Maceda marcaba el tanto que valía el empate y esto significó que el pase a la final debía decidirse en la tanda de penaltis, en la que la selección española ganó por 5-4. Preben Elkjær erró su lanzamiento y Sarabia fue el encargado de marcar el suyo, lo que le daba el pase a España a su segunda final de Eurocopa, después de 20 años.
En el nuevo campo en Avellaneda se organizó contra el Bristol Football Club, equipo uruguayo, un partido memorable ya que se trató del primer enfrentamiento internacional del club, en conmemoración por la inauguración de la nueva tribuna del estadio, y por dos grandes renovaciones del club; el club reformó su nombre como «Club Atlético Independiente» y vistió por primera vez su actual camiseta roja, por iniciativa del presidente Arístides Langone, que se inspiró en el Nottingam Forest inglés.
