En él, Italia fue derrotada por 0-2, a tan sólo un paso de disputar las medallas, por España, que finalmente logró la medalla de plata, por lo que Italia quedó en cuarto lugar. En los Juegos Olímpicos de 1924 de París, los transalpinos eliminarían a la vigente medalla de plata, España, en primera fase. Tras un dubitativo crecimiento, llegaría a los Juegos Olímpicos de 1928 de Ámsterdam donde alcanzaría su primer triunfo, que marcaría el inicio de una exitosa trayectoria.