Como júnior se colgó la medalla de plata en el Eurobasket de Rosseto’78. Rápidamente empezó a destacar y fue convocado por la Selección Española juvenil, con la que conquistó la medalla de bronce en el Eurobasket de Santiago’76. Con el paso de los días, los huesos humanos se convirtieron en objetos muy demandados por la tripulación del Endeavour, como una especie de souvenirs, huesos que los maoríes no dudaban en llevarles para comerciar con ellos.