También en esa década el club se implicó en la lucha contra la droga, organizando diversos partidos en colaboración con la Fundación de Ayuda contra la Droga, cuyos beneficios se destinaron al Proyecto Hombre. El club destina el 0,7 % del presupuesto anual a la Fundación Fútbol Club Barcelona, encaminada a proyectos humanitarios. Con la llegada de Joan Laporta a la presidencia, el club manifestó su intención de incrementar su implicación en causas sociales, expresando el deseo de que el club sea reconocido mundialmente por su talante solidario.